De las calles al escenario. Así fue que Peter Jiménez «el Potrillo» escaló hacia un sueño más grande, luego de presentarse en las audiciones a ciegas de La Voz Perú Senior y conmover a los jurados con una interpretación de la canción Granada de Agustín Lara, compositor e intérprete mexicano.
Le tocó vivir con el abandono de su madre. Al crecer, la música lo atrapó y esa fue su salvación. Este venezolano de 66 años de edad, conocido en Instagram como @pedroelpotrillo, tocó los corazones de quienes siguen el programa de competencia musical.
El migrante contó que decidió salir de Venezuela junto a su esposa por la difícil situación económica, política y social que vive el país. Perú fue el destino. Hace cuatro años llegaron sin un plan para sobrevivir, pero ni su edad ni los cambios repentinos que afrontaba lo desanimaron.
La música no es algo nuevo para «el Potrillo», su voz estuvo presente por 22 años en la banda ‘‘Grupo V’’, agrupación que tuvo su mayor apogeo en la década del 70. También participó en los templetes que realizaban en San Cristóbal, Táchira, y en la coronación de la reina de cada barrio.
Estando en Perú retomó su actividad favorita. No lo dudó. Un cajón de sonido y un micrófono le fueron suficientes para salir a la calle y compartir su canto con los residentes que se asomaban en los balcones para observarlo con agrado. Era innegable para los lugareños que tenía el talento que lo llevaría a los escenarios.
Impresionados por su simpatía, los peruanos lo recibieron con agrado y aplaudieron su ánimo. El salto a La Voz Perú Senior es la experiencia más bonita que describe Peter en su vida. «En Venezuela no se me dio la oportunidad de ingresar a las televisoras», contó el tachirense.
En la temporada que se desarrolla en el concurso, forma parte del equipo de la cantante y compositora peruana Eva Ayllón, quien junto al resto de los entrenadores (Pimpinela, Daniela Darcourt y Tony Succar) se encargan de buscar y entrenar a las mejores voces de la tercera edad de Perú.
“Les agradezco mucho a esta gente bella, a Perú, que los quiero mucho. Gracias, me abrieron las puertas y hemos salido adelante”, dijo en su primera presentación en el programa. A diario agradece porque con el recibimiento y la oportunidad también logró sacar a su familia adelante. Peter contó al jurado del programa de televisión que prefiere interpretar rancheras, de allí surgió el apodo «el Potrillo», con el que es conocido ahora en La Voz Perú, el mismo con el que los incas lo bautizaron al escucharlo.