Maracay.- En rueda de prensa ofrecida este jueves, Isis Vivas, decana de la Facultad de Ciencias Veterinaria de la Universidad Central de Venezuela, núcleo Aragua, denunció que una de las dos yeguas descuartizadas el pasado martes 16 de abril, dentro del campus universitario, estaba recibiendo tratamiento contra la anaplasmosis, enfermedad que puede afectar al ser humano porque produce una disminución de las plaquetas.
«A nosotros nos preocupa porque no sabemos cuál fue el destino de esa carne. Además que hicieron un sacrificio cruel de dos yeguas que son emblema de la universidad. Es alarmante que se haya destinado al consumo humano, que es lo que presumimos. Si fue así es es un riesgo de salud pública, porque estos animales fueron tratados con antibióticos y medicamentos que pueden generar efectos negativos en el humano«, explicó la decana.
Especialistas médicos indican que en los humanos esta bacteria causa la anaplasmosis granulocítica, que es una enfermedad cuyos síntomas incluyen fiebre, cefaleas, leucopenia, trombocitopenia y lesiones leves en el hígado. También señalan que en los casos más graves puede ser potencialmente letal.
La denuncia de lo ocurrido a las yeguas «Lucero» y «La Tuerta» se realizó el miércoles 17 de abril en el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc); sin embrago, hasta la fecha, no han recibido la visita de ninguna comisión policial.
«Yo me comuniqué con el Cicpc y me dijeron que no podían enviar ninguna comisión al sitio porque estaban ocupados en el operativo Semana Santa Segura 2019. Hasta los momentos, ninguna autoridad se ha acercado hasta la universidad», aclaró.
En año y medio han muerto siete animales de la Facultad de Ciencias Veterinarias. Las autoridades universitarias señalan que la falta de seguridad también ha afectado otras direcciones de la universidad.
En lo que va de 2019 han sido robadas varias dependencias del campus, entre ellas la cátedra de la industria de la leche, la carne y planta de lácteos que quedaron inoperativas. Asimismo, en la cátedra de bioestadística se llevaron aires acondicionados de ventana y en el departamento de compras robaron más de 100 metros de cables que se habían comprado para otras áreas.
En otros departamentos se llevaron aires acondicionados, compresores de cavas de enfriamiento para la conservación de material biológico, insumos y materiales de oficina.
El último robo se registró el 21 de abril en la coordinación de Investigación. Allí se llevaron equipos, materiales e insumos de oficina. La decana de la Facultad de Veterinaria denunció que el Cicpc tiene todo un expediente de la Universidad Central de Venezuela, núcleo Aragua, que hasta ahora no ha atendido.