El cementerio municipal de Puerto Cabello se encuentra en estado de abandono, lleno de monte silvestre y con tumbas profanadas por fanáticos religiosos y por gente que necesita espacio para sepultar a nuevos fallecidos.
Atargerjes Pulgar, quien fue durante muchos años el coordinador del cementerio y hoy se encuentra jubilado, atribuyó el colapso del campo santo al abandono al que ha sido sometido por la alcaldía.
Hace tiempo no se realiza la limpieza periódica necesaria, incluyendo la poda de árboles. Este cementerio copó su capacidad hace mas de una década y la alcaldía no ha construido uno nuevo, refirió Pulgar.
Visitantes del cementerio denunciaron que las tumbas de sus familiares han sido profanadas; en algunos casos por personas que practican la santería y la palería, y en otras ocasiones por los mismos sepultureros que sacan un ataúd para vender la fosa a otra persona que necesita un entierro.
«Hasta 100 dólares paga una familia para obtener una fosa. El detalle es que no hay fosas disponibles, por lo que esa fosa adquirida es la de un difunto que reposaba hace años allí y luego de la profanación del nicho, éste le es cedido a un nuevo dueño», refirió Rafael Antón a El Pitazo.
Todas estas irregularidades ocurren hace años y la alcaldía no hace nada para evitarlas. Por eso es normal toparse con tumbas profanadas, urnas abiertas y restos humanos al paso de quienes van al cementerio, prosiguió.
Antón añadió que los trabajadores y quienes visitan el lugar, están expuestos a nidos de avispas agresivas que crecen en los matorrales que no han sido eliminados a pesar del llamado hecho a las autoridades municipales. Los trabajadores del camposanto están subpagados y no son dotados con el equipo de bioseguridad para prevenir el COVID-19.
Advirtió que tanto el personal del cementerio y quienes lo visitan están en riesgo sanitario, dadas las condiciones de insalubridad que tiene el lugar.