Maracay.- Usuarios del transporte público en la ciudad de Maracay afirman que cada vez es más complicado usar el servicio debido a los incrementos en el costo del pasaje sumado a la limitada cantidad de efectivo que dispensan las entidades bancarias.
«Tuve que venirme caminando desde Caña de Azúcar hasta el banco, hice mi cola, cuando voy a retirar me dijeron que solo están dando 200 (200.000,00) bolívares y el pasaje cuesta 250 (250.000,00)», afirma María Vera, quien es vendedora en una tienda en el centro de Maracay, municipio Girardot y vive en Caña de Azúcar, municipio Mario Briceño Iragorry.
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Javier Nieves, quien también es usuario habitual de transporte público, denuncia la venta de efectivo por parte de los transportistas, indica que como son estos quienes tienen acceso constante a dinero en físico se aprovechan de la situación.
«Si quiero compran un millón, debo transferir hasta dos millones porque lo venden hasta 200 puntos más; es insostenible, uno no gana tanto y tiene otros gastos».
Además de esto, los usuarios denuncian también las pocas o nulas medidas de bioseguridad en torno a la pandemia de COVID-19.
Indican que la distancia de 1.5 metros recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es irrespetada, por lo que las unidades de transporte se convierten en un riesgo para la salud, además de la excesiva cantidad de personas que son permitidas a bordo de las unidades de transporte.
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Por su parte, conductores de las distintas rutas urbanas e interurbanas del terminal central de Maracay sostienen que, a pesar del incremento del pasaje, este no les permite costear el mantenimiento de las unidades de transporte.
«Un caucho me cuesta más de 100$, el aceite de motor y de la caja también me sale caro, todo eso está costoso, eso no lo ven los usuarios, solo se quejan del aumento pero no del costo de mantener las unidades», informa Alí Pérez, quien es conductor de la ruta San José-Las Acacias.
Mientras usuarios y transportistas debaten los pro y contras del aumento del pasaje urbano e interurbano, es notable la poca presencia de unidades de transporte público a los alrededores del terminal central de Maracay, especialmente de las rutas que cubren la zona norte de la ciudad.