Valencia.- El gobernador de Carabobo, Rafael Lacava Evangelista, se caracteriza por ser una figura sin filtros, directa y hasta disonante. Lo es tanto que pasó de celebrar una coronaparty y lanzar su tapaboca al público, en noviembre de 2020, a cerrar el estado por el incremento de casos de COVID-19, este 22 de marzo de 2021.
“Gracias a Dios que vine para acá, porque me dieron una noticia muy triste. Ustedes saben que yo soy futbolista de corazón y de alma. Se murió quien fue, probablemente, el mejor jugador de fútbol de la historia y un gran revolucionario, como es Diego Maradona. Desde aquí, desde Valencia, le mandamos un gran aplauso en el cielo a Diego”, gritó Lacava durante esa actividad.
A Lacava se le vio relajado contra el COVID-19 durante los meses de noviembre y diciembre de 2020, mientras estaba en actividades de campaña y Navidad; sin embargo, cuatro meses más tarde las consecuencias de la vulneración de las medidas de bioseguridad en el estado lo obligaron a restringir los accesos a Carabobo.
Este cambio radical fue criticado por los carabobeños, a través de las redes sociales, pues aseguran que las autoridades que hoy cierran negocios son las mismas que permitieron concentraciones en Navidad y Carnaval, como, por ejemplo, el multitudinario Baile de la Hamaca celebrado en Puerto Cabello.
“La gente no hace caso porque ustedes son los primeros que promueven el relajo, aquí está el resultado de la falta de seriedad de ustedes como gobierno y sus maravillosos carnavales flexibles, si a eso le sumas la falta de responsabilidad ciudadana y de cultura que tiene aquí la mayoría, es una receta para el desastre”, escribió Gabriela Delgado Gómez en la cuenta de Instagram del Gobernador.
Este cuestionamiento público contra Lacava no es nuevo. Antes y después de asumir la Gobernación de Carabobo, sus acciones y comentarios atrevidos lo ubican en el ojo del huracán. Algunos lo aplauden, incluso adversarios de Maduro por considerar que tiene mejor gestión que su antecesor Francisco Ameliach, otros lo critican, pero él siempre sale en defensa de sus posturas, con el verbo agudo que lo caracteriza y el manejo de las redes sociales.
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Mediador entre Venezuela y Estados Unidos
Lacava, de 52 años de edad, es economista egresado de la Universidad Católica Andrés Bello y especialista en Gerencia Tributaria de la Escuela Nacional de Hacienda Pública. Domina varios idiomas y es amante del deporte, sobre todo del fútbol. Quienes lo conocen desde la infancia, lo consideran un hombre de buen corazón, noble y amigo de los amigos.
Lacava asumió la Gobernación de Carabobo en 2017. Previamente fue diputado de la Asamblea Nacional y, en el año 2007, ejerció funciones en la Embajada de Venezuela en Italia. También estuvo a cargo de la presidencia del Grupo de Amistad Parlamentario Venezuela-Italia y fue representante de la Unión Parlamentaria Mundial.
En 2008, fue electo alcalde del municipio Puerto Cabello por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) con 58,13% de los votos y, en 2013, fue reelecto en el cargo con 50,63%.
En 2016 se apartó del cargo para recuperarse de un cáncer de riñón que superó satisfactoriamente. Durante su gestión como alcalde, no tuvo freno para reclamar las irregularidades de la empresa Hidrológica del Centro (Hidrocentro), desde donde, según dijo, intentaban empañar su gestión, un escenario que se repite durante su periodo como gobernador.
Lacava figuró como mediador entre Venezuela y Estados Unidos en el caso del estadounidense Joshua Holt, misionero mormón detenido en 2016 por supuesto porte ilícito de armamento de guerra, terrorismo y espionaje. Incluso se le atribuye la liberación, en mayo de 2018, de Holt.
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Promesas incumplidas
Desde el año pasado, Lacava ha sido promotor de distintas mesas de diálogos entre dirigentes afectos a Nicolás Maduro y sus detractores. Para estos encuentros el mandatario regional invitó a diversos gremios, y aunque algunos aseguran que fueron escuchados, hasta la fecha no se cumplen las promesas, según denunciaron trabajadores de la Gobernación de Carabobo, maestros y enfermeros de la entidad.
“Pedimos el resguardo de la vida, medidas de bioseguridad, porque independientemente de que muchos trabajadores aún no han sido incorporados en sus centros de trabajo, el gobernador tiene que velar por su capital humano», dijo la secretaria general del Sindicato Único de Empleados Públicos de la Gobernación de Carabobo, Judermi García, durante una protesta el pasado mes de febrero. García agregó que están exigiendo que en la semana de flexibilización se incorporen los trabajadores con un salario que no les alcanza y sin medidas de bioseguridad.
Los recursos para protegerse del COVID-19 y el transporte para el personal de salud forman parte de los ofrecimientos incumplidos por Lacava.