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domingo, 13 octubre, 2024

Lucía León y su condición reumática: una historia poco común sobre la enfermedad invisible

La carabobeña Lucía León tiene 20 años luchando contra la artritis reumatoidea. Desde joven le diagnosticaron "la enfermedad invisible". Asegura que en medio del dolor que produce este padecimiento, el apoyo familiar es fundamental

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Por Luz Marina Carrero

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A los 18 años, Lucía León recibió una noticia que cambió su vida. “Me diagnosticaron la enfermedad invisible”, recuerda. Se trata de artritis reumatoidea, una enfermedad crónica que, lejos de amilanarla, la llevó a crear la fundación Tan joven y con artritis. Su objetivo: concientizar sobre esta condición que puede afectar a jóvenes y adultos.

Un día, a los 17 años, Lucía despertó con sus rodillas hinchadas y presentaba mucho dolor sin haberse lastimado. Sus padres decidieron llevarla al médico y seis meses después, luego de realizar distintos análisis, dieron con su enfermedad.

Para entonces no sabía en profundidad de qué se trataba, solo pedía que el dolor cesara y su vida volviera a la normalidad. “Era entonces muy ingenua, pero ahora sé que es un reto vivir con esta enfermedad”, asegura esta mujer, de 38 años de edad, que nació en el estado Carabobo.

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Una enfermedad no lineal…

Los días ya no son iguales para Lucía. El entusiasmo y la frustración forman parte de su rutina. A veces está alegre, pero, en otros casos, el dolor crónico la lleva a perder las esperanzas y las ganas de seguir batallando.

En lo que sí no tiene bemoles es en sus ganas de ayudar a quienes están en su misma condición. A ellos les da consejos a diario.

«Les digo que no tengan miedo ni vergüenza en pedir ayuda, eso no tiene nada de malo, porque hay momentos donde necesitamos de las personas hasta para abrir la puerta», destaca en conversación con El Pitazo.

Lucía aprovechó la oportunidad para dirigirse a amigos, conocidos y familiares de pacientes con artritis reumatoide.

«Aún hay mucha desinformación, le llaman la enfermedad invisible porque es un poco difícil de detectar; una persona con esta condición no exagera, mucho menos miente, por ello, brindarle apoyo sin juzgar, es la mejor colaboración que les pueden proporcionar», asegura.

Recomendaciones

La artritis es la causa principal de dolor y discapacidad en todo el mundo. Es una enfermedad crónica que provoca inflamación en todo el cuerpo y, por lo general, dolor en las articulaciones.

Cualquiera sea la afección, será más fácil adelantarse al dolor si el paciente aprende todo lo que pueda sobre la afección, incluyendo qué tipo de artritis tiene y si alguna de sus articulaciones ya está dañada.

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Rutinas cotidianas

  • El paciente debe atención a sus articulaciones, ya sea sentado, de pie o en actividad.
  • Mantener sus articulaciones en movimiento. Hacer diariamente estiramientos suaves que muevan sus articulaciones en toda su amplitud de movimiento.
  • Mantener una buena postura. Un fisioterapeuta puede mostrar cómo sentarse, pararse y moverse correctamente.
  • Conocer sus límites. Buscar un equilibrio entre la actividad y el descanso, sin excederse.

Además, los cambios en el estilo de vida son importantes para aliviar el dolor.

  • Controlar el peso. El sobrepeso puede aumentar las complicaciones de la artritis y contribuir al dolor. Por lo general, hacer cambios graduales permanentes en el estilo de vida que generen una pérdida de peso progresiva suele ser el método más eficaz para controlar el peso.
  • Dejar de fumar. Fumar causa estrés en el tejido conectivo, lo que puede aumentar el dolor de la artritis.

Ejercicios

Cuando se tiene artritis, moverse puede ayudar a disminuir el dolor y la rigidez, mejorar la amplitud de movimiento, fortalecer los músculos y aumentar la resistencia.

Hay que elegir el tipo de actividad adecuada, las que fortalecen los músculos que rodean las articulaciones, pero que no las dañan. Un médico o un terapeuta ocupacional puede ayudar a elaborar un programa de ejercicios adecuado para el paciente.

Concéntrate en hacer ejercicios de estiramiento, de amplitud de movimiento y de fortalecimiento muscular gradual y progresivo. Incluye ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como caminar, andar en bicicleta o hacer ejercicios en el agua, para mejorar el estado de ánimo y controlar el peso.

Qué evitar:

  • Correr
  • Saltar
  • Tenis
  • Ejercicios aeróbicos de alto impacto
  • Repetir el mismo movimiento, como un saque de tenis, una y otra vez

Con información de Mayo Clinic

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