Maracay.- Desde finales de 2018 está cerrado el comedor de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel), núcleo Maracay. Esta situación, a juicio del profesor jubilado Jesús Elorza, adscrito a la Cátedra de Educación Física, ha hecho que poco a poco los estudiantes abandonen sus carreras universitarias.
«Muchos jóvenes apenas tienen para pagar el pasaje, y con las pobres becas que cobran no les alcanza para comprar una empanada de desayuno y mucho menos para un almuerzo», advirtió Elorza.
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La matrícula de estudiantes en la Upel Maracay bajó en 2019 en 65 %, esto significa que de 4.000 quedan menos de 2.000 estudiantes.

«El cierre del comedor de nuestra institución tiene una consecuencia gravísima sobre el sector estudiantil. La merma que hemos tenido de estudiantes se debe a que no hemos podido abrir el comedor para garantizarles sus dos comidas diarias. Los estudiantes deben ingeniárselas para traer un desayuno y un almuerzo, porque los costos de esas dos comidas son imposibles para un estudiante», expresó el docente.

Desde su inauguración, en abril de 1999, en el gobierno de Didalco Bolívar, el comedor universitario de la Upel Maracay ha tenido sus altas y bajas. En los últimos años ha dejado de prestar el servicio en varias oportunidades por problemas económicos y técnicos.
En 2013 la universidad llegó a ofrecer 1.050 platos al mediodía y 395 en la cena. En marzo de 2018 fue reabierto, después de seis meses de haber estado parado, y ese mismo año, pero en noviembre, el presidente de la Aproupel, Niuman Páez, denunció que el comedor estaba ofreciendo a la comunidad estudiantil platos sin proteínas.
Desde esa fecha cerró y dejó de ofrecer a la comunidad universitaria el servicio de desayuno y almuerzo por falta de presupuesto y de suministros.