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viernes, 14 febrero, 2025

“Fue una oración contestada”: madre se reencuentra con su hijo tras seis meses detenido en contexto poselectoral 

Aun en las celdas de Tocorón permanecen más de 400 presos políticos, parte de ellos del estado Anzoátegui

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Por: Programa Nuevos Periodistas

“Una oración contestada, porque solamente Dios sabe cuántas veces se lo pedí”, fue lo que pensó Manuela González al abrazar a su hijo Antony Quijada, en el terminal de Maracay, estado Aragua, tras casi seis meses detenido en el contexto poselectoral. 

Como Antony, 88 jóvenes fueron excarcelados el viernes 17 de enero, según el Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clipp). 

Celebramos junto a las familias el regreso a casa de estos venezolanos que nunca debieron estar apartados de sus hogares ni confinados en prisión por crímenes que no cometieron. Estas liberaciones son el fruto de la incansable lucha entre madres, familiares, amigos, activistas, organizadores y defensores de los derechos humanos que siguen exigiendo respeto a las garantías fundamentales”, escribió la coalición por la red social X. 

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Antony Quijada fue detenido la noche del 29 de julio en Barcelona, estado Anzoátegui, mientras esperaba un taxi junto a un compañero al salir de su trabajo, pero Manuela, que vive en el estado Bolívar, se enteró al día siguiente. “A mí me llamaron en la tarde y ya el 31 me dirigí desde Ciudad Bolívar hasta Puerto La Cruz”, comenta su madre a El Pitazo en una llamada telefónica. Desde ese momento, no ha vuelto a su casa. 

El joven, de 23 años, pasó por 3 traslados hasta su excarcelación. Estuvo recluido desde el 29 de julio en la sede de la División Contra la Delincuencia Organizada (DCDO) de la Policía Nacional Bolivariana en Barcelona. En una audiencia, el 1 de agosto, le dictaron medida privativa de libertad por 45 días.

Cuatro días después, lo trasladaron al Centro Penitenciario José Antonio Anzoátegui, conocido como Puente Ayala. A las 6:30 a.m. del 27 de septiembre, 103 detenidos fueron llevados desde Puente Ayala hasta Yare III, entre ellos Antony. Dos meses después, a Tocorón en el estado Aragua.  

Dos estados  y al menos 400 kilómetros fue el total de los tres traslados de Antony Quijada en 6 meses de detención. / Foto: google maps. 

Desde la detención de su hijo, Manuela González solo lo pudo ver en 2 ocasiones: el 29 de diciembre y el 15 de enero. Esta última, bajo estricta vigilancia y durante 40 minutos. “Cuando lo vi estaba muy delgado. No parecía el (Antony) que yo conozco”. 

La rutina de Manuela desde su llegada a Caracas se basaba en visitar cada semana el Ministerio del Servicio Penitenciario, el Ministerio Público en Parque Carabobo y el Palacio de Justicia. “Aunque sabía que la respuesta siempre iba a ser la misma, seguía insistiendo”, afirmó González. 

El tercer estado con mayores detenciones poselectorales 

Pese a la excarcelación de los 88 jóvenes el 17 de enero, en las celdas de Tocorón aguardan más de 400 presos poselectorales, muchos de Anzoátegui. Y no es coincidencia: en agosto de 2024 (balance donde se refleja el estado por última vez), la ONG Foro Penal contabilizó 113 casos, 90 % de ellos mayores de edad con un promedio de 20 años, lo cual posicionaba a Anzoátegui, en ese momento, el tercer estado con mayores detenciones en 2024. 

Aunque el último grupo de menores fue excarcelado la noche del 10 de diciembre y no hubo registro de nuevas detenciones, de 113, al menos 23 regresaron junto a sus familias.

Una lucha que sigue 

Casi cuatro meses en la capital y seis lejos de su hogar, Manuela González recorría las calles en búsqueda de la liberación de su hijo. “No me voy a cansar de tocar puertas, porque yo sé que en algún momento de tanto tocarlas, alguien las abrirá y me dará a mi hijo”, afirmó la madre para este medio, dos días antes de la excarcelación de Antony. 

Manuela se reencuentra con su hijo en el terminal de Maracay. / Foto: captura de pantalla. 

Manuela ahora puede abrazar a su hijo, pero la felicidad no es plena. Siendo integrante del Comité por la Libertad de los Presos Políticos, siente que le falta un pedazo de su corazón: los compañeros de Antony que siguen detenidos, pero afirma que nunca los abandonará: “La lucha es por todos y aún faltan muchos”. 

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