Carabobo.- A una madre le volvió el alma al cuerpo cuando se enteró de que a la una de la tarde del 2 de octubre podrá visitar a su hijo en el Complejo Penitenciario Carabobo, también conocido como penal de Tocuyito. No lo ve desde que fue detenido hace mes y medio en el contexto de las protestas postelectorales, y aunque semanas atrás las autoridades incumplieron su promesa de permitir las visitas, ella confía en que en esta oportunidad será diferente.
“Llamaron a mi hija y le dijeron que tenía que estar 60 minutos antes de la hora fijada para la visita”, señaló la mujer en declaraciones a la organización no gubernamental (ONG) Una Ventana a la Libertad (UVL).
La llamada la hizo un fiscal del Ministerio Público (MP) a un grupo de familiares que todos los días permanece a las afueras del centro penitenciario con la esperanza de saber y ver a sus parientes.
“Dios quiera que sea cierto, porque en una oportunidad dijeron que había visita, pero luego la echaron para atrás. Ya son más de 30 días sin saber de nuestros familiares y nos gustaría saber cómo están de salud física y emocional”, señaló la mujer.
Según lo informado por el Ministerio Público a los parientes, si el familiar que va de visita es mujer, no debe tener la menstruación, tampoco entrar con ropa escotada y no ir en chanclas ni cholas, pues son parte de las normas que deben seguirse.
En una nota divulgada por Una Ventana a la Libertad se señala que alrededor de 230 privados de libertad de diferentes estados del país, entre ellos Táchira, La Guaira, Mérida, Lara, Aragua, Trujillo y Carabobo, están en el centro carcelario que se encuentra ubicado en la parroquia Tocuyito del municipio Libertador.