Caracas.- Matías Enrique Salazar Moure, de 55 años de edad, acudió el pasado 27 de enero a la Fiscalía del estado Aragua para denunciar la desaparición de su pareja, Morella. Lo que no sabía el hombre era que la mujer había escapado de su casa el 24 de enero y lo denunció por mantenerla secuestrada durante 32 años.
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Según confirmaron fuentes del Instituto de la Mujer de Aragua (IMA), Salazar Moure mantuvo en cautiverio a su esposa, así como a otra mujer que no ha sido identificada, por 24 años. Con esta última dama tuvo una hija que actualmente tiene 20 años de edad y que sería la tercera víctima.
Claves sobre la vida paralela de Matías
1) Salazar Moure era conocido en El Limón y Maracay como un hombre amable y servicial. Algunos vecinos indicaron que durante muchos años reparó averías en las torres C y D del conjunto residencial Los Mangos, donde tenía dos apartamentos. Uno de ellas estaba ubicado en el piso 4 de la torre C, donde tenía cautiva a Morella desde 1988; en el segundo, también en el piso 4 pero de la D, donde estaba la mujer -aún no identificada- que se llevó a vivir desde 1996 y con quien tuvo una hija.
2) La profesión de Salazar Moure, según testimonios recopilados por El Pitazo, es un misterio. “Yo pensé que era ingeniero”, “a mí una vez me dijo que era abogado”, contaron los los vecinos cercanos, sin ahondar en detallas.
3) Salazar Moure se crió en Las Mayas, en el municipio Mario Briceño Iragorry de Aragua. Es hijo de Margarita Moure Guevara y Matías Salazar, teniente coronel de la Aviación. Tiene cuatro hermanos que viven fuera de Venezuela: Andrés, Henry, Alfredo y Nancy.
4) Algunos de sus vecinos destacan que Salazar Moure era un hombre amistoso. «Además, confiable para hacer negocios. Muchos vecinos negociaban con en él para compra y venta de dólares”, relató una persona que vivía en Las Mayas y que ahora está en otro país.
5) Salazar Moure formó parte de la directiva del conjunto residencial Los Mangos, donde mantuvo cautivas a las tres mujeres. Aunque era un hombre misterioso, según los allegados, estaba integrado a la comunidad.