Valencia.– Trabajadores de la industria del caucho en Carabobo denunciaron que solo una de las tres grandes empresas de la región está operativa y funciona a 5 % de su capacidad instalada, hecho que atribuyen a las bajas ventas en el sector.
Los trabajadores indicaron que la importación de cauchos chinos, con exoneración de impuestos, generó una competencia desleal en el mercado que mantiene a la mayoría de las empresas fabricantes del país paralizadas.
«Que no se prorrogue la exoneración de impuestos que vence el 31 de diciembre, porque si esa gaceta se ratifica nuevamente, el escenario será peor para 2021. No pedimos que dejen de importar, pero cobren sus impuestos y que se le exonere la materia prima de las empresas para que puedan tener mayor capacidad y nosotros salarios dignos», indicó Luis Alberto Álvarez, secretario general del sindicato de la empresa Andinos Pneos.
El vocero de los trabajadores de la industria del neumático señaló que en la empresa Andinos Pneos (antigua Pirelli) «hacíamos 100.000 cauchos mensuales y tenemos un promedio de 800.000 al año. Good Year hacía 150.000 cauchos mensuales y llevan 90.000 en todo 2020 y de la antigua Firestone no tengo la cifra exacta, pero la producción está grave; de hecho, ellos tienen más de dos meses paralizados, tienen más tiempo que nosotros».
Los trabajadores también manifestaron preocupación por sus bajos ingresos, pues aseguraron que no se ajustan a la inflación que dijeron registra Venezuela.
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«Todos tienen que matar tigres en la calle, ha tocado vender televisores, herramientas de trabajo, un esmeril; no es justo que tengamos que vender nuestras herramientas para poder comer. No nos alcanza para comer, lo que agarramos es para medio comer, ya no podemos comprar pollo, carne, solo alcanza para pasta, arroz y cuando nos queda para queso o medio cartón de huevos», dijo el vocero de Andinos Pneos.
Ramón Herrera, quien tiene 15 años trabajando en la industria del caucho, indicó que debido a la baja producción «tenemos horas de trabajo, menos salario, menos bonificaciones. Aquí muchos no tenemos para comprar el Niño Jesús, tenemos carros varados, las casas deteriorándose. Hemos tenido que vender artículos para atender las necesidades del día».
Luis Aponte, quien dijo cumplía funciones en la Junta Administradora Especial de Good Year, destacó que la producción de 2020 representa la cantidad de cauchos que solían realizar en 10 días.
«No se puede traer producto terminado, necesitamos es materia prima. Estamos todos a punto de perder nuestros puestos de trabajo. Aquí todos están viviendo del trabajo informal, algunos en las colas de las bombas para revender la gasolina. Yo soy electricista y hago de vez en cuando reparaciones, cuando me sale arreglar algo, cambiar bombillos, así me estoy manteniendo», expresó Aponte.