Valencia.- Conductores de distintos sectores del municipio Naguanagua tienen entre 12 y 15 días en cola para surtirse combustible en la estación de servicio Paramacay, ubicada en la avenida Universidad de Naguanagua. En la gasolinera aseguraron que varios funcionarios comercializan la gasolina de manera irregular.
Los conductores comentaron a El Pitazo que tienen dos semanas pernoctando en sus vehículos, entre días con elevadas temperaturas y otros con fuertes lluvias, sin sanitarios, con pocas posibilidades de comer por los altos precios de los alimentos en la zona, sin vigilancia policial en horas de la noche y sin garantías de que llegue el combustible.
Algunos de los conductores indicaron que retirarse no es una opción, pues necesitan movilizarse, como es el caso de Oloaisis Ribero, quien dijo que debe acudir a un centro médico con un familiar con patología crónica.
“Mi familiar necesita diálisis y yo necesito el combustible para poder movilizarnos, para trabajar. Sentimos una impotencia grandísima; pasan los días, las horas y no nos toman en cuenta. 50 carros es una injusticia; comenzaron con 100, luego 70 y ahora 50. Tengo 12 días de lucha constante, de día, de noche, llevando agua, sol, calamidades… No contamos con los recursos para pagar gasolina en divisas, es muy difícil. O comemos o compramos gasolina en divisas”, expresó.
Quienes permanecen en las colas señalan que pese a las incomodidades que viven, no pueden abandonar las estaciones de servicio, pues aseguran que un gran número de personas no cuenta con recursos suficientes para ir a las estaciones dolarizadas y menos pagar gasolina en el mercado negro, donde se consigue entre 1,5 y 3 dólares.
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“Yo vivo de una pensión de 400.000 bolívares de jubilación y 800.000 bolívares del Seguro Social. No tengo la facilidad económica para poder meterme en una bomba dolarizada. Hay un manejo económico que nos está afectando a todos nosotros. Nos tienen aislados para que no nos demos cuenta del manejo deshonesto que se está haciendo. Aquí dormimos en un carro, comemos mal, hay un bote de aguas servidas cerca, nos pican los mosquitos, nos cae la lluvia encima, pero estamos aquí por la necesidad”, afirmó el señor Jesús González.
Madeley Andrade también manifestó descontento. Asegura que no hay seguridad en el sector y denuncia abusos reiterados por parte de quienes custodian las estaciones de servicio.
“Es injusto ver cómo pasan 10.000 carros por el lado preferencial, VIP, gente que se acaba de levantar. Mientras, aquí tenemos entre 12 y 15 días, aguantando sol, con calor, mosquitos, dejando solos a nuestros hijos en la casa, durmiendo a la intemperie, donde nadie nos garantiza que amaneceremos bien, que no nos van a robar la batería, el caucho o que no nos van a matar en la cola. Los carros se accidentan porque la pila de la gasolina no sirve y la gente empuja los carros”, agregó.
El escenario es similar en las estaciones de servicio dolarizadas, donde las personas esperan entre tres y cuatro días en cola.
Los manifestantes exigieron a las autoridades que se les garantice el suministro de gasolina a los venezolanos y que ejerzan acciones para que cesen las irregularidades en las estaciones de servicio.