Alejandro Pacheco, padre y abuelo de tres de las aragüeñas fallecidas en el accidente de tránsito en México (Jessica Pacheco Sevilla, de 34 años de edad; Bárbara Abad Pacheco, de 15 años de edad, y Valentina Pérez Pacheco, de 11 años de edad), no puede ocultar el dolor que significa perder a tres miembros de su família.
Este martes 10 de diciembre se reencontró con ellas como nunca lo imaginó: en una funeraria en Maracay. «Es una tristeza muy grande», dijo.

La capilla Imperial de Funcemar se hizo pequeña para recibir a familiares y amigos de las cinco aragüeñas que fallecieron en la fatal colisión que ocurrió la madrugada del viernes 22 de noviembre en Magdalena de Kino, al norte de México.
La lista de víctimas la completan Berkaiber Nazaret Brea Rivas, de 20 años de edad, y Abby Sophia Pacheco Brea, de apenas 13 meses.
El drama de la repatriación
Los Pacheco Sevilla vivieron dos despedidas muy difíciles: el adiós de cinco miembros de su núcleo familiar que iban en búsqueda de un mejor futuro, más la trágica noticia de su muerte. La repatriación no fue fácil.
La familia no tenía dinero para asumir los gastos y la empresa Blue Propane, propietaria del camión que los atropelló, no les dio ningún tipo de apoyo.
La embajada de Venezuela en México, a cargo de Francisco Arias Cárdenas, también se lavó las manos y dijo que no contaba con recursos para facilitar el regreso de los cuerpos a Venezuela.
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«La embajada lo único que hizo fue los trámites diplomáticos de firmas para que salieran los cuerpos de México, pero eso no es una ayuda, porque es parte de su trabajo, es una de sus funciones», aclaró Frank Alejandro Pacheco, hermano de Jessica.
Solo la empresa de taxis Transporte Kino y la aseguradora Quálitas de México asumieron parte de gastos. «El resto del dinero se consiguió con el apoyo de la comunidad, de las iglesias de Los Samanes y La Catedral de Maracay; y los donativos que hizo mucha gente», explicó el señor Alejandro Pacheco.
El traslado desde el aeropuerto de Maiquetía hasta Maracay y el entierro en el cementerio Metropolitano fue asumido por la familia, mientras que la alcaldía del municipio Girardot ofreció la capilla de Funcemar para los actos funerarios.
Después de 16 días los cuerpos lograron salir, el sábado 7 de diciembre, de México con escala en Bogotá y llegaron a Venezuela el lunes 9 de noviembre.