Por Gabriel Peraza / Programa de Formación Nuevos Periodistas
La sede de la Cooperativa El Carmen de El Calvario, en El Hatillo, se convirtió en una sala de cine en la que una treintena de niños disfrutó de la película Intensamente el viernes 7 de junio. Para ello, las escaleras del centro cultural de la comunidad se transformaron en asientos y la pantalla fue el ARI Móvil de la Alianza Rebelde Investiga, conformada por El Pitazo, Runrun.es y Tal Cual.
De la adversidad a la diversión
El público, que iba desde los bebés hasta los adultos, gozó de la proyección tras un mes de espera. La plaza La Cruz, el punto de encuentro anunciado a inicios de mayo, quedó infestada por una plaga de garrapatas que hizo suspender la actividad en dos ocasiones. Pese a que la proyección no fue en la plaza, debido a unos vehículos que impidieron el paso, los hatillanos y miembros de ARI encontraron un espacio en la cooperativa para la función.
Karla Barreto, una vecina de El Calvario, reclamó por la situación adversa que vivió la comunidad. Mientras los niños veían la película, junto con los refrigerios donados por la Alcaldía de El Hatillo, exigió que haya una mayor atención a la comunidad por parte de la institución municipal. Si bien reconoció que fumigó la plaza, reveló que las garrapatas derivaron en las casas y fueron los vecinos quienes terminaron resolviendo el problema.
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“Eso se inundó de garrapatas”, recordó también José González, otro vecino que asistió a la proyección del ARI Móvil. Explicó que, cuando la situación llegó a los oídos de la alcaldía, un equipo de fumigación fue a la plaza para erradicar la plaga, pero luego cada quien se ocupó de eliminarlas de su casa.
En el caso de José, los parásitos entraron por la platabanda de la casa de su hermana y luego a las habitaciones. “Lavamos todo, les echamos cloro y demás cosas hasta que logramos eliminarlas”, comentó. Además, dijo que, salvo algunas picaduras, nadie tuvo secuelas que agravaran su salud, pero aún desconocen cuál fue el origen de la plaga.
Tras recordar esa situación desagradable y con las risas de los niños en el fondo, Karla valoró la actividad del ARI Móvil. Calificó la proyección de dinámica “excelente” para los niños, por los conocimientos aportados y porque alejan a los jóvenes de los “malos hábitos” que hay en la calle.
“En el sitio donde juegan los niños se ven estupefacientes, hay personas consumiendo alcohol”, declaró Karla, quien, con su hija pequeña a un costado, aseguró que le encantaría que se hicieran estas actividades más a menudo por la educación y el entretenimiento que fomentan. “Crean un desarrollo positivo en cada niño, así los incentivan a cosas positivas”, añadió.
Los vecinos también informan
José no es solo un vecino de El Calvario, también es un periodista ciudadano. “Es mi vocación”, afirmó el hombre de 74 años, que está a cargo de la Coordinación General de Información de Al Tanto, un periódico del municipio. “Nos caímos cuando tuvimos la crisis del papel, pero lo retomamos recientemente”, comentó sobre la edición impresa.
Aseguró que se informa con los medios El Pitazo, Runrun.es y Tal Cual, y reconoció que, con la crisis del papel que hay en Venezuela, son una alternativa para dar noticias a las comunidades. Además, valoró que El Pitazo elabore papelógrafos, ya que es una de las vías por las que él se entera de las noticias. “El ARI Móvil es una de las actividades que más hace falta dentro de la comunidad. La gente se informa, pero también tiene un entretenimiento sano”, agregó.
Aparte de hacer referencia a la plaga de garrapatas, mencionó otro de los problemas que resolvió la comunidad: el suministro de agua. “Teníamos un problema serio, no llegaba y había tuberías colapsadas”, declaró y destacó que la solución llegó «por lo rápido” que se mueven los vecinos. “No tenemos ayuda gubernamental de ningún tipo. Las calles, las escaleras, todo lo hizo la comunidad”, sentenció.
En la misma línea de José, Laineker Díaz, de 33 años, confirmó que “faltaba full el agua” y propuso que se reactiven las actividades culturales en El Calvario, ya que es algo que ha caracterizado históricamente a este sector. “He sentido que se ha ido perdiendo, sería bueno retomarlo y también hacer una cancha para las actividades deportivas”, sugirió.
Pese a las adversidades, la función concluyó a las 9:30 p.m. y los aplausos de los asistentes resonaron en la comunidad. Cuando la coordinadora del ARI Móvil, Yaya Andueza, preguntó por el personaje que más les gustó, los niños no dudaron: “¡Alegría!”, la misma emoción con la que se fueron a sus casas.
De esta forma, el camión de la información terminó una nueva jornada. Con el conductor Carlos Hurtado al volante, se retiró por las empinadas y estrechas calles de El Calvario, a donde volverá para seguir fomentando la educación y recreación entre sus vecinos.