Cada día, unos 35.000 obreros levantan los cimientos de la infraestructura turística en Cancún a un ritmo de crecimiento de más de 7.000 cuartos cada año. Pero, a la par de esta exitosa industria, los trabajadores viven verdaderas historias de terror debido a la venta de drogas y reclutamiento por parte del crimen organizado, que llegan a culminar en extorsión, desapariciones y homicidios